...sorpresas te da la vida! Agunas buenas... y otras no tanto.
Pero para sorpresa, la llamada de mi rubio a media tarde, diciendome "en 20 minutos te quiero abajo para irnos a tomar algo". Pero, ¿qué haces? ¿qué dices? ¿estás aquí?. "Me quedo sin saldo...". Vale, vale, hasta ahora.
¡¡Ha vuelto!! No aguantaba más, dice, y yo encantada de volver a verle, y de pasar unas (pocas) horas con él. Pocas porque llevaba unas horitas de viaje y pocas porque yo tengo que dedicar las mañanas a estudiar, y si llego muy tarde ya se sabe...
Hoy, además es inevitable pensar en la vida. En lo efímera que es. En lo pronto que llega y lo pronto que se va. Sin avisar. Así sin más. Sin importarle quién eres, el color de tu piel, tu estatura o tu rango social.
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
como a nuestro parecer,
cualquier tiempo pasado fue mejor.
(...)
Jorge Manrique
Todos en el cole, en algún curso, en algún momento, hemos tenido que estudiarnos este poema, y hoy lo recupero pensando en ese joven futbolista al que le sorprendió la muerte así sin más.
Hoy mas que nunca, quiero disfrutar de cada momento de mi vida, de esta oportunidad única que me dan de seguir viviendo. Sin preocuparnos de miedos, de temores... sin atormentarnos con preguntas que tienen respuesta, con situaciones que se pueden arreglar tan rápido como se desarreglan.
Sin preocupaciones tontas, sin comeduras de cabeza sin sentido.. ¡a vivir la vida! ¡a disfrutarla cada segundo!