Y ayer, tras una discusión tonta tontísima con el Rubio (una de tantas) llegó la reconciliación, y esta vez a modo de postal escrita. Por la noche me entregó una postal llena de razones por las que estaba conmigo (motivo de la discusión) que me encantó pero no pude evitar recordar aquel post que escribí... Y lloré, vaya que si lloré (lo siento, es intimo, personal e intransferible así que me lo guardo para mí el contenido).
He vuelto chicos, ¡y para quedarme!
Escuchando Look after you, de (como no podía ser otro) The Fray
PD. Gracias por todo Ana ;-)
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