en busca de la felicidad
Igual la clave es aprovechar las cosas de la vida según llegan, sabiendo que a veces es duro superar el pasado, pero sabiendo tambien que la vida te suele dar más de una oportunidad aunque pienses que a ti, precisamente a ti, no te da ninguna.
Esta soy yo
Bienvenido a mi blog. Te acabas de topar con una estudiante de 21 años madrileña, llena de inseguridades, virtudes y defectos que plasmo en este blog. Pasa, sientate y ponte cómodo porque el viaje acaba de comenzar. Tu decides cuando quieres bajarte.
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martes, 12 de junio de 2007
Superar obstáculos
Lo que vais a leer a continuación (si no cerrais los ojos o salis del blog) es un breve cuento de Jorge Bucay.
Hoy he tenido un día un poco tristón sin ningun motivo aparente, porque de hecho motivo nunca lo hay, y buscando encontré los Obstáculos de los que habla Jorge Bucay.
Yo soy así, como el protagonista de la historia. Soy consciente de que yo misma me pongo los obstáculos en el camino, pero no creo que haya manera de cambiarlo...

Voy andando por un sendero. Dejo que mis pies me lleven. Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorta la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.

Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad.

Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.

Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.

Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.

Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.

Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo.

Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.

Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...

Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.

Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.

Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.

Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja:

-¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?

El niño se encoge de hombros y me contesta:

-¿Por qué me lo preguntas a mí? Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... los obstáculos los trajiste tú.

Etiquetas: Jorge Bucay, obstáculos

 
posted by Nella at 21:34 | Permalink |


3 Comments:


  • At 12 de junio de 2007, 23:22, Anonymous Anónimo

    Me encanta este cuento :D de dónde lo has sacado? ;) jejeje

    Pues nada, chiquilla... creo que hemos pasado por lo mismo... bueno, creo no, lo sé :)

    en fin... ya seguiremos hablando...

    1 Besito!! y no t epongas obstáculos tú misma!!

     
  • At 12 de junio de 2007, 23:40, Blogger Nella

    ¿Tan rápido para todo?

     
  • At 17 de junio de 2007, 23:10, Blogger Soltero con Hijos

    Es bueno, muy bueno... Anda, corre y quita los obstáculos, que lo están dejando todo perdido.

     
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