- Seguiría con mis amistades puesto que no tendrían nada que echarme en cara.
- Posiblemente mi tonteo con J. y seguiría sufriendo.
- Estaría todo el rato enfadada con mi madre porque yo estaría más tiempo en casa que ella (justo lo que le pasa a ella conmigo).
- Tendría mucho mucho mucho mucho estrés acumulado.
- No podría ir a ver a mi hermana y a mis sobris siempre que quisiera.
- Las cañas serían más breves.
Seguiría siendo lo que los demás querían. Seguiría haciendo lo que el resto del mundo me dijera que tenía que hacer.
Llevaba 21 años siendo la más amiga, la más compañera, la más hija, la más hermana... Y este ha sido un buen momento para cambiar, y empezar a ser novia.
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¡Dios! LA CUENTA ATRÁS. Empiezo ya (bueno, ya no... mañana) los examenes, así que entre agobios, estres y posibles suspensos me hundo en el mar del estudio.
Yo también era la chica "perfecta". Por ser, era hasta novia, cosa que tú has descubierto ahora. Pero las vidas perfectas son las imperfectas.
Es curioso, pero yo también he descubierto que cuando te arriesgas, cuando deja de importarte hacer las cosas mal, cuando empiezas a mirar por ti misma... curiosamente todo empieza a funcionar, y es cuando las cosas empiezan a salir bien, mejor aún, es cuando NOTAS que las cosas salen bien.
¿Ha habido amistades que se han roto en tu inicio con el Rubio? Es curioso, porque cuando yo empecé con el Guapo hubo amistades que se distanciaron, que me regañaron porque pensaban que era demasiado pronto, que al fin y al cabo El Guapo era un vividor, que era muy posible que acabase tan pronto como empezó, que yo había sufrido mucho y otro fracaso podía hundirme definitivamente... Y sin embargo, no sólo ya lleva durando una buena temporada, sino que, si acabase hoy mismo, creo que esta relación me ha cambiado, me ha ayudado a madurar, a conocer mis propias prioridades... y, sobre todo, me ha hecho FELIZ con mayúsculas.
Un beso fuerte.