Ha salido todo redondo. Redondo de cero, digo. La actuación de mis niños, bastante bien, aunque habia mucha descoordinación (normal) pero la nuestra... PEOR!! Hemos hecho el baile en el 2º y 3º ciclo, y en uno ha salido mejor que en el otro pero... nos perdiamos más que Wally. J. se ha reido de nosotras (más de mí que de ninguna otra), pero luego ha querido volver a vernos, y ha bajado al siguiente ciclo, así que tan disgustado no se habrá quedado. Despues de hacer el ridículo, hemos salido a fumar a la calle, yo a acompañar más bien. Hemos salido dos chicas más, J. y yo. Nos hemos echado unas risas de las que hacen historia, hasta que ha llegado la hora de volver a entrar para despedirnos de nuestros chicos. Yo gracias a Dios, no tenía a muchos, porque se han ido evaporando por arte de magia, tan solo habia 6 o 7, no sé, pero todos ellos muy majos, diciendome que no querían que me fuera (jo, qué monos!!) Pero...lo mejor, han sido las cañitas de despues, todos los de prácticas juntos, con algún que otro profesor. Hemos entrado a la una, y he (ellos seguian) salido a las cinco de la tarde... (no quiero ni contaros en las condiciones en las que escribo este post) J. tambien estaba, y ha estado tan encantador conmigo como siempre, hemos hecho un par de coñitas, nos hemos reido mucho mucho mucho mucho (no me cansaría de poner cuánto) y he visto por ahí alguna que otra miradita (y no solo yo eh?). Al marcharme, me he despedido de algunos, de él no... No sé si habré hecho bien la verdad, mis amigas si se han despedido de él pero... recorcholis!!!: 1. él no lo haría si fuese al revés, 2. en unas semanas le vuelvo a ver.
Lo notais, ¿verdad? Sí, yo tambien. Mi historia con J. va perdiendo gas poco a poco. No sé si alegrarme o no. Ambas cosas, me imagino. Me alegra ver que hay más vida despues de él (que dramático queda eh?) pero me da tristeza ver que no siento lo mismo por él. Y sé porqué ha pasado. Todas las cosas que él me decía o hacía, las interpretaba de un modo, pensando en algo que nunca ha ocurrido ni ocurrirá; ahora soy más consciente de ello, y por tanto las interpreto de una manera muy distinta. ¿A esto se le llama madurar? No lo sé. A veces, me siento Campanilla en esta historia. Una campanilla que lucha por conseguir a su Peter Pan enamorado de Wendy, pero esta vez, esta campanilla no tiene polvos mágicos que la ayuden, y tampoco se va a juntar con los malos para ganar la batalla. Esta claro, esta batalla está ganada. La ganó Wendy hace seis años, cuando robo el corazón del pequeño Peter, y yo vengo aquí pretendiendo cambiar el mundo, cuando todos sabemos cómo acaba la historia.
Espero que la próxima historia que os cuente sea la de la Cenicienta que encuentra a su príncipe, o la Bella con su Bestia, o simplemente yo creando una nueva...
Siguiendo el paso tras de ti
sin demasiada convicción,
en el camino me perdí
en un oscuro callejón.
Quisiera ser el que ya fui
y no una sombra tras de ti.
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